Ayer vivimos una jornada hermosa de conexión con la naturaleza, el cuerpo y la comunidad. Nos fuimos de senderismo al Río de la Miel, un paraje natural cargado de belleza, historia y biodiversidad, y disfrutamos de una caminata entre paisajes que nos dejaron sin palabras.
El recorrido, accesible y lleno de rincones mágicos, nos permitió adentrarnos en un entorno único: entre árboles centenarios, antiguos molinos, pasarelas de madera y el sonido del agua acompañándonos en cada paso. Caminamos en grupo, conversamos, nos cuidamos mutuamente y disfrutamos del trayecto a nuestro ritmo.
Uno de los momentos fue cuando llegamos a una de las pozas del río, donde las niñas y niños pudieron refrescarse, jugar y bañarse en el agua cristalina, disfrutando con total alegría y libertad. Además de ser una actividad física y recreativa, esta salida fue también una oportunidad para compartir en comunidad, descubrir nuestro entorno desde otro lugar, y reconectarnos con el paisaje que nos rodea y sostiene.
Gracias a cada persona que participó, con respeto, entusiasmo y espíritu colectivo.
Esta actividad pertenece al proyecto de Servicios de Cuidado Profesional: «Concilia» subvencionado por la consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad en el Plan Corresponsables y el Ministerio de Igualdad.
